Reposteamos un interesante artículo de BLOGARTESVISUALES que leímos hace un tiempo sobre Wolfgang Weingart, un personaje dentro del mundo de la tipografía destacado entre otras cosas, por su postura crítica a la escuela suiza. No todo es racionalismo en Suiza.

Wolfgang Weingart, el enemigo en casa

Nacido en Alemania (1941) cerca de la frontera con Suiza, es conocido internacionalmente como diseñador gráfico y tipógrafo. Su trabajo se clasifica como tipografía suiza y normalmente se le reconoce como el “padre” de la New Wave o tipografía Suiza Punk, ya que fue uno de los primeros críticos con el estilo internacional suizo. El enemigo en casa, que podríamos decir.

Weingart comenzó su carrera tipográfica en los años sesenta como aprendiz de la composición manual tipográfica en una firma. Entonces decidió continuar sus estudios en la Escuela de Diseño de Basilea en Suiza, la cuna de la tipografía suiza clásica. Después de su fallido intento de completar el curso, Armin Hoffmann -director de la escuela- lo invitó a enseñar allí ya que le interesaba su trabajo.

Weingart comenzó a dar clases en la Escuela de Diseño de Basilea en 1968 y su posicionamiento respecto al estilo internacional dominante fue el de cuestionar el ángulo recto y la retícula, animando a sus alumnos a que buscaran otra disposición tipográfica que no partiera de una aplicación sistemática de unos conceptos sino de la propia expresividad del tipo.

Al poco, lo que era una formulación radical que buscaba desmarcarse de la ortodoxia que representaba el estilo internacional, se convirtió a su vez en otro estilo que se dio a conocer como New Wave y cuyos rasgos comunes consistían en las inversiones del tipo, bloques de texto escalonados, diferentes espaciados, subrayados, etc. así como el uso de la fotografía con una trama fuerte que le daba más aspecto de grafismo que de obra realista.

Desde entonces ha estado enseñando en esta escuela y ha conseguido con su trabajo crear todo un impacto en el paisaje tipográfico contemporáneo.

Según comentaba él mismo, nunca tuvo la intención de crear un estilo, pero partiendo de la tipografía suiza y de sus indicaciones los estudiantes hicieron algo que se dio en llamar estilo Weingart y se fue difundiendo.

La “tipografía suiza” se basa en las enseñanzas de la Bauhaus de Alemania de poco después de la Segunda Guerra Mundial y se convirtió en un enfoque racional de la tipografía. El uso del sistema de retícula es la clave para la disposición lógica del  tipo y de las imágenes de la página, junto con  tipos de letra sans-serif, funcionalidad y una comunicación clara y racional. Figuras como Armin Hoffmann y Emil Ruder fueron los principales defensores de la tipografía suiza y eran profesores de la Escuela de Diseño de Basilea en ese momento. Creían que la tipografía debía ser discreta y transparente, con el fin de comunicar claramente su contenido textual.

A principios de los años sesenta el lenguaje de la tipografía suiza tenía una reputación mundial y era sinónimo de diseño corporativo para las multinacionales. En este entorno fue en el que se introdujo Weingart con  sus experimentos tipográficos y basándose en una comprensión íntima entre la sintáctica y la semántica, funciones pragmáticas de la tipografía. La tipografía suiza tradicional siempre se había centrado en la función sintáctica, pero Weingart quería experimentar con las cualidades gráficas de la tipografía y hasta que punto puede “empujar” y conservar su significado.

Su trabajo se caracteriza por su aplicación pictórica de elementos gráficos y tipográficos. Tipos que forman líneas con una fuerte carga emocional, la imagen formada por cualidades del tipo, un impacto casi cinematográfico de sus diseños y una gran pasión en el desarrollo de formas gráficas. Algunas de sus obras personales son casi similares a la pintura de paisaje, sólo que su pincel lo sustituye por tipos.

Weingart trabaja con una paleta muy limitada de tipos de letra, ya que cree que normalmente con cuatro tipos de letras es suficiente para resolver todos los problemas tipográficos. Una de las tipografías es Akzindenz Grotesk, una sanserif de estilo grotesco de la Fundición Berthold de Alemania de finales del XIX.

La progresión tecnológica le llevó también a experimentar con los procesos de reproducción fotográfica y explorando las posibilidades de reproducción de la cámara y sus posibilidades de fotografiar tipografía, letras en perspectiva… que posteriormente acoplaba y realizaba muchas composiciones abstractas.

Admirado su trabajo por algunos, aunque despreciado por otros muchos que pensaban que ese trabajo no podría tener una verdadera aplicación comercial, su estilo saltó a EE.UU. de la mano de April Greiman o Dan Friedman, que comienzan a concebir la página como si fuera un espacio tridimensional en donde la tipografía, la fotografía y el resto de los elementos se mezclan aparentemente sin jerarquías y en un “complejo orden” hasta llegar a la deconstructiva página de David Carson. Weingart señala que “Ellos estaban haciendo como un estilo y nunca fue mi idea crear una moda”. Su trabajo no es una tendencia, sino una “estabilidad” que trata de alejarse aunque nunca totalmente.

Ha sido galardonado en diferentes ocasiones y en mayo del 2005 se le concedió el título honorífico de Doctor en Bellas Artes. Weingart es autor de My Way to Typography -ISBN 978-3907044865- que contiene gran parte de su trabajo de exploración personal y que no había visto la luz hasta su publicación en este libro.

Su obra y su trabajo académico ha sido inspirador para muchos pero aún lo es más estas palabras de una conversación mantenida en el 2001 con Keith Tam: “Lo que aún me sorprende y me inspira hoy… convertir una página en blanco en una página impresa” …toda una declaración de principios.