Kentucky Fried Chicken es una cadena de comidas rápidas que preocupada por el medioambiente ha decidido combatir la producción de desechos a través de una propuesta creativa, volviendo comestibles sus emboltorios.

Los empaques desarrollados para los locales de Hong Kong, son producidos en papel arroz, lo cual los vuelve totamente comestibles. Impresos en tintas rojas y negras, también comestibles, se trata de un proyecto desarrollado a partir de la idea no generar basura.

La propuesta se aplica al Double Down, un sándwich formado por dos piezas de pollo frito sin pan. Distintas propuestas gráficas, comunican al consumidor la posibilidad de comerse el papel.

Lo vimos en THEDIELINE.