Existen relaciones fuertes entre tipografías. Una de las más reconocidas es la que tienen Helvetica con su precursora, Akzidenz Grotesk. Una diseñada en el año 1896 por Günter Gerhard Lange para la fundición Berthold en Berlín y la otra en 1957 por Max Miedinger y Edouard Hoffmann para la Fundición Hass. Más sobre las 2 tipografías emblemáticas dentro de las sans serif en el posteo.
Al poco tiempo de su creación Akzidenz Grotesk fue muy exitosa y rapidamente fue imitada. Utilizada en su origen como tipo de texto corrido en Europa, su nombre proviene de la combinación de las palabras Grotesk (denominación de las tipografías sin serifs del siglo XIX en Alemania) y Akzidenzschrift (palabra que definía a las tipografías de uso comercial). Tiene buen rendimiento para textos técnicos, donde se disponga de poco espacio y en titulares debido que dispone de una amplia gama de anchos y pesos.
Helvética, originalmente llamada Neue Haas Grotesk, tipografía suiza diseñada para modernizar las tipografías grotescas, es sin lugar a dudas, una de las tipografías más populares del mundo, muy utilizada especialmente durante los años 60 y 70. La familia se desarrolló incluyendo una serie completa de anchos y pesos que luego fue ampliada pero de forma poco adecuada hasta que en 1983, Linotype y la Fundición Stempel rediseñan la Neue Helvética proporcionando gran varidedad de anchos y pesos coherentes. Uno de los principales valores de la fuente es su capacidad de adaptarse a cualquier contexto, desde titulares en piezas editoriales hasta logotipos, aunque poco recomendable en texto corrido.