Hoy miércoles 27 de Abril, a las 19.30  hs., se inaugurará en la sala Dr. Juan J. Trillas, del tearto El Círculo una  muestra del arquitecto y pintor CLORINDO TESTA. Reconocido como el arquitecto argentino más importante de la segunda mitad del siglo XX, expresado por su trayectoria, la importancia de las obras, la originalidad de su diseño y la concreción de sus obras siempre por concurso y competición con sus pares. Es además un artista plástico de trayectoria permanente. La muestra se podrá visitar hasta el  sábado 28 de Mayo, de lunes a viernes, de 10 a 12.30 hs.  y de 16 a 20 hs, y los sábados de 10 a 12.30 hs.

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TESTA EN ROSARIO
Pintor arquitecto / arquitecto pintor, conocido en el mundo entero.
No es necesario decirlo, uno de nuestros mayores artistas, cosa sabida y superflua. Esas dos capacidades que posee, verdaderas facultades en sentido kantiano, presentan más correspondencias de lo que se cree, de apreciable similitud diferencial. Con sabiduría y soltura sin igual, Testa maneja el papel, la cartulina; es su significante, su materia expresiva. Los utiliza como arquitecto en la construcción del espacio, en su estructura y articulaciones, líneas y cálculos. Como pintor, su virtud más saliente es la continua reinvención del soporte que tiene en él y en Berni a losrepresentantes argentinos más notorios.

A Testa, auténtico descendiente del ingenio itálico, el espacio en blanco del papel le sirve para las constantes transformaciones querealiza en la materia plástica, según tiempos diversos. De su producción múltiple y polifacética conviene recordar el ciclo de la Peste en Ceppaloni porque con inventiva única reúne el fantasma y la historia, el genius loci, allá y acá o sea en cualquier parte siempre desde un punto de vista. El de él, artista arquitecto. Le quedó a Testa eso de la historia, de la propia, de Clorindo niño, del que los padres conservaban dibujos que él guarda y también exhibe. Siempre dibujó. Su trazo, como demostró en la reciente muestra del Borges de la Línea Piensa, organizada por Noé y Stupía, arremolina, garabatea, acumula recorridos breves mientras vuelve y mancha sobre el papel. Aquí, en la presente exposición del Teatro El Círculo, ese papel o soporte convertido ahora en la tela blanca del cuadro, crece a través de variaciones inéditas sorprendentes. “Mitad Blanca” es una obra maestra que articula el trazo de la línea con restos de geometría en una suerte de cuadrados o manzanas (de la ciudad), flotantes, inestables, bellamente asimétricos. Otra proliferación de restos  ciudadanos se ve en “Barrio inundado”, casi un vendaval o viento furioso que destroza un confuso entramado blanco y negro.

Este conjunto de obras de cuadros últimos ofrece no pocas diferencias, desaparecidas o por lo menos atenuadas las huellas de lo que en fin de cuentas remite a la urbe. Se aprecian así ritmos abiertos y atmosféricos en los que resuenan el amarillo, el verde, el azul, con leves toques desdibujados, o, como en “Manchas azules”, casi de articulación escrituraria. En la extensión de los planos lo que está dibujado revela residuos, pequeñas cuadrículas y líneas breves, signos reducidos a una significatividad mínima pero a la vez trascendente.

Como arquitecto nada de lo que puede decirse de Testa deja de ser conocido. La Biblioteca Nacional, imponente, semeja una cuadra manzana elevada por cuatro pilares que resguardan la interioridad habitualmente silenciosa del que lee adentro, y que también puede mirar hacia abajo desde posición alta, posibilidad no usual para un lector. La monumentalidad del Banco de Londres ofrece un espacio interno cuya base es algo así como una plaza cubierta donde la fachada no cierra porque deja entrever lo que está afuera, el Banco Nación.

Testa despliega su accionar como inventor, constructor de ideas, de espacios, de planos reales e imaginarios, dibujados y pintados, de cartulinas arrugadas y volumétricas –se las pueden ver en esta exposición demostrando un real vanguardismo ajeno a las modas que tanto prevalecen todavía en el campo artístico. Experto en el espacio y en el plano pictórico, Clorindo Testa aborda asimismo el volumen (en el que convive la mediación) dando cuenta de un anticonformismo que conoce las reglas y las desborda. Como lo hizo al combinar pintura, escultura, arquitectura e instalación en la gran muestra de la Recoleta de fines del año 2010, con Benedit y Bedel, en conmemoración del aniversario histórico de su remodelación. Una vez dio la clara evidencia de una creatividad sin adjetivos que honra a nuestro arte y, hoy, a la ciudad de Rosario.

Rosa María Ravera. Curadora
Presidente de la Asociación Argentina de Estética
Miembro de Número de la Academia Nacional de Bellas Artes